Muchos de vosotros habréis escuchado a mucha gente que se califica como “trader” solo por el hecho de tomar algunas operaciones en sus mercados, o incluso después de quemar algunas cuentas.
En el artículo de hoy quiero hacer una reflexión sobre la diferencia entre hacer trading y ser un trader.
El trading es una actividad como cualquier otra, como puede ser por ejemplo jugar a futbol. ¿Podríamos considerar como “futbolista” una persona que juega con una pelota en el parque con sus amigos? Aquí se podría entrar a una discusión léxico-semántica sobre la categorización de las personas que realizan una determinada acción, pero ese no es el objeto de este artículo.
Supongo que estaremos de acuerdo en que cuando hablamos de una categorización sobre alguien, entendemos que es un “experto” en la materia, o si mas no se ha especializado y tiene unos conocimientos y experiencia previa que le avalan.
En el mundo del trading, también suele haber esta categorización, aunque generalmente con un exceso de mérito propio por parte de todos aquellos que se denominan “traders” ante sus círculo de relaciones. Estos son fácilmente identificables, pues suelen colgar en redes sociales las sumas de dinero que consiguen con sus operaciones, pero rara vez les verás una foto donde aparecen pérdidas.
A nivel social, decir que eres trader puede darte cierta consideración entre los demás. La imagen que la sociedad tiene de un trader es una persona que trabaja muy pocas horas, muy pocos días, desde casa, y gana mucho dinero. Si hay alguien que todavía tiene esa ilusión, lamento comunicar que eso no está al alcance de todos… Siguiendo con el símil del futbol, un trader que actúa tal y como acabo de describir, podemos considerarlo el Messi o Ronaldo de los mercados. ¿Es posible llegar a ello? Sí. ¿Es probable que llegue? No.
Lo que sí es probable es que llegues a convertirte en un trader de éxito. Y éxito no quiere decir tener mucho dinero y trabajar muy poco. Éxito en el trading quiere decir que eres capaz de conseguir la deseada consistencia, que eres ordenado, riguroso, metódico, etc. Eso te dará para tener un sobresueldo, mejorar tu calidad de vida, e incluso poder llegar a tener un sueldo dedicándote en exclusiva.
No obstante, este proceso requiere de un esfuerzo titánico y sobretodo de una brutal lucha contigo mismo. El trading tiene que ser algo que te guste, que realmente te haga disfrutar. Créeme que las decepciones serán múltiples, los sentimientos de frustración, las ganas de dejarlo, etc. Solo si te apasiona y tienes la tenacidad y disciplina necesaria, podrás seguir adelante.
El trading es un oficio como cualquier otro, con la ventaja que puedes adaptarlo a tu vida diaria y operar solo en aquellas franjas horarias que tengas disponibles. No obstante, para tener éxito debes tomártelo en serio, como sí de un trabajo se tratara. Debes establecer una rutina de trading, un plan y una serie de estrategias y que tienes que tomar al pié de la letra.
Entonces, ¿qué necesito para ser trader?
En primer lugar necesitas formación. Te diría que es lo más sencillo de conseguir. Conozco muchísimos alumnos que empezaron operando en los mercados sin ningún tipo de conocimiento, entrando al mercado en función de su “intuición”. Lo más peligroso de todo es cuando esa intuición funciona en las dos primeras operaciones. Os podéis imaginar cómo acabaron las cuentas.
Existe una gran cantidad de información en internet gratuita y de gran calidad. Para iniciaros (y puedo ser crítica de muchos por lo que voy a decir, pues va contra sus intereses) creo que no es necesario que accedáis a la compra de ningún curso de trading. La gente suele creen que los cursos de trading ofrecen la técnica secreta para ganar dinero en el mercado, y cuanto más caro es el curso, más dinero vas a ganar.
La estrategia no es la clave en el trading (sin duda es necesario tener una buena estrategia y testada), pero hay cientos disponibles. Lo realmente importante es adaptar esa estrategia a tu persona y sentirte cómodo con ella.
Otro punto clave y frecuentemente olvidado es la gestión del riesgo. Leemos libros y cursos sobre estrategias y análisis del mercado, pero apenas dedicamos un capítulo a la gestión del riesgo. Te aseguro que nunca tendrás éxito en los mercados si no eres riguroso en tu gestión del riesgo. Dedícale un poco más de tiempo.
Ya por último, está el tema psicológico. Todos creemos que somos capaces de dominar nuestras emociones, créeme cuando te digo que no te conoces a ti mismo hasta que te enfrentas al mercado con una cuenta real. En ese momento, aparecen tus peores demonios y es contra ellos con quien debes luchar. Miedo, ansiedad, codicia o euforia son algunas de las emociones que florecen cuando estas operando. ¿Realmente eres capaz de controlarlas? Si es así, tienes muchísimo camino recorrido.
Como decía, el trading debe considerarse como un trabajo y actuar en él de forma metódica y estructurada. No tengas prisa por operar ni por ganar dinero. Piensa en cualquier profesión que consideres de éxito. ¿Crees que esa persona decidió su profesión y acto seguido empezó a ganar dinero? ¿O tuvo qué ir a la Universidad, hacer unas prácticas, años de experiencia en puestos inferiores, …?
Todo llega si tienes la implicación y dedicación necesaria, no te precipites. Las prisas no son buenas en los mercados.
Como conclusión, se puede decir que un trader es aquel que toma las operaciones cuando las tiene que tomar de la forma que las tiene que tomar (eso no quiere decir que gane dinero en todas ellas), controlando el riesgo y sin dejar que sus emociones se vean afectadas
¿Y ahora qué, eres trader o haces trading?
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